Córdoba, interés por los proyectos en construcción

El mercado de desarrollos cerró diciembre con buenos números. Ese mes resultó “alentador” para los desarrollistas cordobeses que llevaban más de un año de caída de ventas. Distintas fuentes del sector consultadas por la nacion coincidieron en que hay ahorristas que, después del cepo y de los cambios de las reglas para ahorrar en dólares se vuelcan a la compra de productos para inversión en pesos.

Los desarrollistas aclaran que la diferencia con los inmobiliarios es que ellos comercializan productos pesificados. Los más demandados en las últimas semanas son “todos los que sean fácilmente dolarizables después” como terrenos y departamentos chicos. En el caso de los lotes, se buscan los que cotizan entre $1,5 millones a $5 millones y, en departamentos, desde $4,5 millones a $12 millones.

Desde Proaco, Lucas Salim describe que desde inicios del mes de diciembre comenzaron a percibirse los efectos del cepo más limitado: “La inversión en una propiedad en pesos se toma como una alternativa para dolarizar pesos. El mercado se venía anticipando a las mayores restricciones que se anunciaron y venía buscando qué hacer con los pesos que tiene en el sistema”.

Los desarrollistas coinciden que las primeras semanas de diciembre fueron las mejores de los últimos 18 en cuanto a volumen y montos. Con operaciones en pesos la posibilidad de ahorro, dicen, es de entre 5 y 10 por ciento en efectivo.

Según datos de la Ceduc, la Cámara que reúne a medio centenar de desarrollistas de Córdoba, las ventas hoy representan el 30 por ciento de las de 2011 cuando empezaron a medirlas. La caída de la actividad fue determinante para que se frenaran proyectos; hace dos años había unos 3000 departamentos en marcha en el mercado y hoy rondan los 1800.

Pablo Balian, presidente de la Ceduc, apunta que desde agosto se refleja “algún movimiento y se acentúa a medida que se dificulta la conversión de ahorros en pesos a dólares. Se ratifica la idea de que no existe mejor resguardo al capital que el inmueble. Una cosa es mirar la foto y otra la película, con los inmuebles nunca se perdió y sí pasó con las herramientas financieras”.

César Martínez, presidente de Betania, insiste en que la situación de quienes construyen es “diferente” al de los inmobiliarios que “comercializan en dólares; tenemos la chance de ofrecer opciones en pesos para quienes los tienen”. Remarca que la retracción del mercado “hizo que muchas iniciativas se alargaran en el tiempo e incluso algunas quedaran en carpeta”. Advierte que si la recuperación se consolida es posible que “vuelvan obras ya previstas”. Desde la Cámara de Corredores Inmobiliarios de Córdoba admiten que el movimiento que hay lo generan ” desarrollistas, a través de inversores”; en cambio en lo que es unidades para vivir, sigue todo frenado.

Balian apunta que cuando un desarrollista define los costos de un producto cuentan con todos los elementos a la vez que conoce el costo de reposición; en cambio en el sector inmobiliario el movimiento se centra en la segunda mano y los dueños tienen en la mente un valor en dólares y es complejo cambiar esa idea de un valor histórico. “Nosotros somos una industria que diseñamos, registramos y construimos. Podemos definir precios más cercanos a la realidad. El mercado del real estate con empresas de trayectoria es el mejor refugio, eso es indiscutible”, agrega.

Martín Dahan, de Grupo Meade-Pucheta con larga trayectoria en el mercado desarrollista e inmobiliario de Córdoba, indica que la nueva ley de emergencia “no trae ninguna solución; sigue postergando al sector inmobiliario. No habrá reactivación en la construcción; es una pena que no se tenga en cuenta a un motor de la actividad y del empleo. Genera más impuestos y ataca al trabajo privado”.

Si la mayor actividad que reconocen los desarrollistas se extendiera, la demanda debería orientarse a proyectos en pozo ya que no hay prácticamente stock de productos terminados en pesos; estiman en 200 unidades la cantidad disponible en la ciudad de Córdoba.

Salim confía en que haya herramientas que favorezcan a la construcción y “no a la especulación con inmuebles; así podrían aparecer fideicomisos e iniciativas a la venta desde el pozo”.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/