UCSF Sede Rafaela: CONEAU acreditó la carrera de Arquitectura

La Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Santa Fe completó el proceso de acreditación de su carrera en la Sede Rafaela. Así convierte en la única en el país con 4 sedes acreditadas por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU).

Santa Fe, Posadas, Rosario y Rafaela son las sedes en la Universidad Católica de Santa Fe dicta la carrera de Arquitectura, y que cuentan con la acreditación correspondiente. 

Su decano, el Mgter. Carlos Gustavo Giobando, puntualizó que para la carrera de Arquitectura es muy importante haber alcanzado este escalón: es un mérito, y a la vez la base para la excelencia. “Esta acreditación significa que estamos cubriendo estándares de funcionamiento, de calidad, y es muy bueno, pero es el principio del camino”, sostuvo.

Cabe destacar que el logro de esta acreditación implica un trabajo coordinado entre los miembros de la Facultad, su claustro docente, autoridades académicas y las diversas áreas de servicio dentro de la universidad.



Dos ejes marcan la formación de los arquitectos de la Universidad Católica de Santa Fe: la visión de la profesión como servicio, y la mirada crítica y reflexiva sobre la realidad. 

Giobando explica que “asumir que la tarea del arquitecto es un servicio a los demás tiene que ver con cómo considero al comitente, quién está del otro lado, y cómo subordino mis aspiraciones artísticas, o personales a las reales necesidades, sin dejar de lado lo que creo que es correcto o bueno. En esto, por suerte, en la Arquitectura -como en otras disciplinas- hay muchas soluciones buenas para un problema, no es matemático. Y este es uno de los rasgos apasionantes de la profesión. 

“En los talleres se ve una variedad de soluciones posibles al mismo problema, y esto implica una formación integral, una sensibilidad, una capacidad de romper el individualismo, pensar en el otro: reconocerse en el otro, realizarse uno mismo en la medida en que ayuda con su servicio a que otros vivan mejor”, añadió. 

Otro eje que sobre el que se trabaja especialmente es la formación de profesionales reflexivos. Que sean capaces de tener una visión crítica de la realidad. En este sentido, el decano puntualiza que no se puede formar arquitectos con una lista cerrada de soluciones para los problemas, porque son impredecibles, cambian en el tiempo, con el contexto. 

“Lo que se persigue es que los estudiantes adquieran esas capacidades, proponer soluciones alternativas, desarrollar las herramientas nuevas, nuevos métodos. Y para eso hay que tener un sentido crítico de la realidad. Esto es a lo que llamo -continúa Giobando- un profesional reflexivo: con capacidad de generar propuestas y revisar lo que propone. Dialogar con la realidad, para encontrar respuestas nuevas a problemas nuevos, o respuestas nuevas a los problemas de siempre. 

“Y estos dos ejes tienen que ver, fundamentalmente, con nuestra identidad como Universidad Católica”, destaca el decano.

Camino de crecimiento
La Facultad de Arquitectura, en la ciudad de Santa Fe, fue creada en el 1966, con más de 50 años en los que a través de sus egresados y de las actividades de extensión e investigación a acompañado el desarrollo de la capital santafesina. 

Esta formación fuertemente marcada por el compromiso social y la búsqueda de soluciones en las comunidades en las que se despliega, se replicó en la ciudad de Posadas desde 2000, siendo la única universidad que dicta la carrera en la región. Dando así respuesta a la necesidad de formar profesionales sin producir el desarraigo propio de estudiar en otras ciudades, o provincias.

En este mismo sentido, extendió los servicios educativos a la ciudad de Rafaela en 2004. Y, a partir del crecimiento tanto en alumnos, como en actividades específicas, desde 2017 sus actividades tienen un nuevo edificio, ubicado en la Ruta 34.

La sede más joven de la Facultad está situada en Rosario, que abrió sus puertas 2013.

De esta manera, con cuatro sedes en tan disimiles centros urbanos, el estudio de la arquitectura se ha visto enriquecido, a través de la experiencia de docentes y de alumnos. En el encuentro, workshops y actividades conjuntas a partir de las cuales la comunidad educativa se va nutriendo de experiencias y contextos diversos; buscando soluciones a desafíos compartidos.

En palabras de su decano, la riqueza de la relación entre las sedes reside en que los problemas que pueden ser comunes en su definición general tienen una mirada local, y es en el intercambio de las miradas locales enriquece la mirada global que hay sobre cada tema.