En la ciudad de Santa Fe, el Concejo municipal dictó ordenanza para disminuir alturas en edificios nuevos

El Concejo sancionó una ordenanza que modifica el Reglamento de Ordenamiento Urbano (ROU), la norma madre que establece pautas en las políticas de urbanización de la ciudad, y aprobó fijar un tope en las alturas para edificaciones nuevas en barrio Candioti Sur y parte de Candioti Norte. 
Los sectores comprendidos son Ituzaingó entre San Luis y Laprida, y Marcial Candioti entre Castellanos y Calchines. En concreto, la ordenanza modificatoria establece que “en parcelas frentistas (sobre esos tramos) se establece una altura máxima edificable de 18 metros sobre la línea de edificación municipal”.
Además, “la altura máxima en toda la parcela (es decir, si se trata de una construcción en fondo de manzana, por ejemplo), será de 30 metros máximo”, reza la normativa. Según pudo averiguar este medio, esas dos corredores no tienen límites para construcciones en altura pero sí rigen indicadores urbanísticos que se basan en las características y superficie de los terrenos.

La votación de esta nueva ordenanza dividió las aguas entre oposición y oficialismo. Es que se aprobó sólo con los votos de los integrantes del interbloque justicialista, y el interbloque frentista dejó constancia en acta de que su voto era negativo.



“Era un proyecto que venía presentado desde octubre pasado. Estuvo bajo análisis en el Ejecutivo y volvió al Concejo con un visto bastante negativo”, dijo a El Litoral Marianela Blangini (Bloque PJ – Santa Fe es una Sola), que impulsó la iniciativa.
Fue justamente en octubre pasado que un grupo de frentistas autoconvocados presentaron una nota a la Secretaría de Planeamiento Urbano municipal pidiendo que no se construyan más edificios en altura hasta que el Ejecutivo revise el ROU. Era por un proyecto constructivo de un edificio de 15 pisos en Marcial Candioti y Balcarce. En esa ocasión, presentaron que se limite la construcción en altura en los corredores Marcial Candioti e Ituzaingó.
Esta modificación del ROU nació a pedido de un grupo de vecinos de Candioti Sur. “Su fundamento central es la preservación del patrimonio de la ciudad. En ese sector, hay muchas edificaciones que tienen un alto valor patrimonial e histórico”, dijo la concejala opositora.

Las cloacas en ese barrio tienen 100 años, lo que lleva a pensar en una sobresaturación de los servicios básicos. En este sentido, “creo que antes de seguir aprobando nuevas edificaciones verticales en la ciudad, algo en lo que nosotros estamos de acuerdo —aclaró Blangini—, debemos tener en cuenta qué debe planificarse debidamente y qué sectores, para luego sí poder pensar en levantar nuevas construcciones”, expresó.
Agregó, ante la consulta de un periodista, que en la manzana de Marcial Candioti y Balcarce “se pidió autorización (para una nueva edificación) y la Comisión de Patrimonio dictaminó tres veces que no era conveniente que se edifique en esa zona debido al alto valor patrimonial de muchos inmuebles. Es prioritario proteger el patrimonio histórico local. En muchos lugares del mundo esta idea de conservación es una política fuerte, y aquí en la capital no debiéramos ser la excepción”, agregó.Este diario le consultó a Blangini sobre si cree —habida cuenta de que el oficialismo votó en contra de la ordenanza— que habría un nuevo veto del Ejecutivo a esta norma. “Esperemos que el intendente (José) Corral no vete esto. Hablamos de un beneficio de los vecinos de esas cuadras, que reunieron más de 250 firmas para poner un límite a la altura de las construcciones nuevas, sino también para todos los santafesinos, ya que se está protegiendo el patrimonio”. Vecinos de pie Es conocida la posición de muchos vecinos de Candioti Sur respecto de poner un freno a las nuevas construcciones en altura. Los antecedentes son profusos: en enero de 2013, fueron los propios vecinos los que diseñaron un proyecto para limitar las construcciones verticales elevadas.

Esa idea consistía en circunscribir las edificaciones más altas a la periferia del barrio, donde “se observan espacios abiertos suficientes para contener grandes torres de hasta 60 metros de altura (20 pisos), y ponía un tope de 9 metros (3 pisos) en su interior. La iniciativa buscaba preservar en barrio en lo patrimonial e histórico”, decía aquella crónica de El Litoral.En febrero de 2012 los vecinos realizaron un abrazo “solidario” al barrio, en inmediaciones del Mercado Progreso. Además, pidieron al municipio que modifique el ROU. “La construcción en altura es un problema ya que se da en barrios históricos de la ciudad y sin ninguna política de preservación”, habían expresado.

Fuente: Diario “El Litoral”