En la ciudad de Rafaela, materiales de la construcción subieron un 27 %

El guarismo fue aportado por el titular de uno de los corralones de la ciudad. El IPEC había registrado un 2,9 % en el mes de junio, llevando al mismo organismo a calcular en 16.341 pesos el valor del metro cuadrado construido. En cuanto a los proyectos inmobiliarios, se coincide con el diagnóstico de la cámara del sector en cuanto a la incidencia del campo como motor.
Fundamentalmente a partir de la dolarización de alguno de sus componentes y de la alta demanda de cemento que todavía persiste debido al ritmo de obra pública, el alza en promedio de los materiales para la construcción supera en forma notable a la inflación.

De acuerdo con lo señalado a “Nada Personal” (FM 97,3 Radio Universidad) por Daniel Dellasanta, propietario del corralón de materiales homónimo, “a esta altura del año hay un promedio aproximado del 27 por ciento de variación en los materiales que nosotros comercializamos”.
El empresario reconoció que tal estimación surge de “mucha diferencia entre los elementos”. “Hay algunos que están dolarizados como el hierro y la chapa, en donde hubo un salto grande, superior al 50 por ciento. Entonces empujan para arriba ese índice”.

El cemento es otro componente que registra fuertes subas, pero por razones distintas: “Aumentó un 30 por ciento en este año, pero que está motorizado por el gran consumo de acuerdo con la cantidad de obras públicas que hay en el país”, explicó.

Mientras tanto, los datos relevados por el Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec), ubicaron al Nivel General del Costo de la Construcción con un registro del 2,95 % de aumento en junio en junio con relación al mes anterior.

En concreto, en Santa Fe el metro cuadrado de construcción costó en junio 16.314,21 pesos. En comparación con el mes anterior, se trata de 467,53 pesos más.
En el análisis por ítem de obra de Materiales, se observaron las principales alzas en: Aceros nervados (15,27%); Perfiles metálicos (8,94%); Cementos (6,93%); Chapas (5,69%); Zinguería (5,69%); Amoblamientos (4,60%); Maderas (4,07%). El alza de Gastos generales se debió principalmente al ítem Alquileres.El organismo confeccionó el cálculo en base a una denominada “vivienda tipo”, unifamiliar, siendo la superficie total 69,50 metros cuadrados (cubierta 65,64 m² y semicubierta 3,86 m²).El relevamiento de materiales se realiza mensualmente, a partir de un directorio de locales dedicados a la venta al por menor de materiales para la construcción. Para la Mano de obra, se toman como referencia las remuneraciones de los trabajadores de empresas constructoras. Se consulta a la Uocra, colegios de profesionales y demás instituciones relacionadas, obteniendo así el valor hora y adicionales correspondientes.


Si bien Daniel Dellasanta admitió sin ambages “sufrimos” fue el término utilizado al hablar de escenarios “de incertidumbre, devaluación e inestabilidad, en donde el consumidor no sabe qué hacer, si comprar o esperar”, por contrapartida nota una “rara situación”, que al menos en nuestra ciudad hace que no se note una merma en la demanda de materiales. 
De todos modos, existe una explicación: “Tanto nuestra empresa como los colegas tenemos un sistema de acopio de materiales”. Es decir, el cliente compra y “congela” el precio de los materiales para tal vez, utilizarlos no en forma inmediata, sino a futuro. “Esa posibilidad los anima antes que los precios se disparen, por lo menos se conservan los precios de los materiales, y luego se ve más adelante la mano de obra y demás”, especificó el entrevistado.Finalmente, Dellasanta brindó una evaluación respecto al parate de algunos proyectos o desarrollos inmobiliarios, coincidente con la expresada recientemente por la presidenta de la Cámara Inmobiliaria, Lucrecia Muhn. “Venimos castigados desde hace años en lo que hace a estos emprendimientos, tuvimos un 2015 electoral, un 2016 de pérdida de cosecha por inundaciones, el 2017 sequía, y en nuestra zona este tipo de inversiones se relaciona mucho con el campo”, sostuvo.También apuntó a las altas tasas de interés. “Nos juega en contra, porque a lo mejor la gente se refugia en el rinde que le da un depósito y postergan las inversiones, aunque creo que a la larga siempre conviene apostar al ladrillo”, cerró.