El ladrillo inteligente: la inversión que se impone al dólar y lebacs

En épocas de corridas bancarias, pronósticos cambiarios múltiples e incertidumbres respecto al futuro económico, no son muchas las opciones que pueden garantizar seguridad y tranquilidad a la hora de invertir. En ese sentido, si de previsibilidad se trata, el “ladrillo inteligente” se sigue consolidando como una de las alternativas más confiables en el mercado, concretamente a través de condo-hoteles.
A diferencia de la compra de dólares, bonos o inversiones puramente financieras, hacerlo en un condo-hotel no solamente tiene una rentabilidad proyectada que supera a la media (duplica la del ladrillo tradicional, es decir, un departamento o cochera), sino que no depende de fluctuaciones cambiarias ni de imprevistos de mercado.En la actual coyuntura, invertir en moneda extranjera, títulos públicos o letras del Banco Central es apostar sobre estándares volátiles sin previsibilidad ni estabilidad alguna. Los “ladrillos inteligentes” de los condo-hoteles bien planteados proyectan un 7 por ciento de rentabilidad anual sobre la inversión, más la revalorización del capital en el mediano plazo, con la posibilidad de entrar mediante un anticipo en pesos y cuotas que se ajustan sólo por inflación, a través del índice de la Cámara de la Construcción (CAC), lo cual le permite al inversor argentino sentirse más protegido ya que sus compromisos de aportes futuros están atados a la misma forma de ajuste que sus ingresos previstos en el país.Los condo-hoteles otorgan además la seguridad inmobiliaria tradicional, ya que su inversión tiene no sólo el respaldo de los ladrillos físicos sino también la garantía jurídica del título de propiedad, a nombre del inversor. El hotel se subdivide en habitaciones, unidades funcionales independientes que, todas juntas, se explotan como un “pool” dando vida a un hotel como cualquier otro. En este segmento se destaca el desarrollo de Hampton by Hilton en el corazón de la ciudad de Bariloche. El 72% de sus habitaciones ya tienen dueño y con fecha de apertura prevista para marzo de 2019, sus desarrolladores se entusiasman con los recientes avances de obra y la última visita de los ingenieros norteamericanos de Hilton quienes dieron su visto bueno definitivo a la propuesta de interiorismo de las habitaciones, ejercicio plasmado a través de la ejecución de dos habitaciones modelo.


Además de la seguridad que aporta el “ladrillo inteligente” y que al día de hoy no pueden brindar otro tipo de inversiones, un condo-hotel en la ciudad de Bariloche garantiza flujo de turistas durante todo el año, repartidos en forma pareja tanto por argentinos como extranjeros. Por tal motivo, es desde hace ocho décadas uno de los destinos turísticos argentinos más consolidados y menos dependientes de la evolución de un mercado emisor en particular.
En la comparación rápida y directa con el dólar o el lebac, nadie puede asegurar al día de hoy si el valor de la moneda estadounidense es cara, barata, si la misma bajará, subirá, o bien aun subiendo, no se tiene certeza de cuándo ocurrirá. Basta con analizar los picos hacia abajo y hacia arriba que ha tenido en los últimos tiempos, como así también el amesetamiento de la moneda norteamericana durante muchos años, ya que se trata de una variable que tiene fuerte intervención de los distintos gobiernos de turno, por su gran impacto no sólo en la macroeconomía en general sino también en la política a nivel nacional.Y en cuanto a los Lebacs, además de ser un activo financiero intangible, no deja de ser un título público y la historia argentina ha tenido lamentablemente desenlaces de todo tipo hacia los tenedores de este tipo de papeles. Por eso históricamente también, el inversor argentino siempre buscó al ladrillo como “moneda” de refugio de sus ahorros. Y, en los últimos tiempos, surgieron también variantes más evolucionadas, tal como ofrece Hampton by Hilton en su opción en Bariloche.


La principal ventaja de esta modalidad con respecto a las inversiones inmobiliarias tradicionales es la proyección de doble de rentabilidad si lo comparamos con el que produce el alquiler de un departamento para vivienda que en pocas ocasiones llega a superar el 3%. Los condo-hoteles además actualizan diariamente sus tarifas, por lo que la rentabilidad acompaña la inflación en forma automática, cosa que no se logra con los contratos de alquiler por 2 o 3 años en los que el propietario queda atado a valores fijos en pesos por ese período, viéndose obligado a adivinar cuál será la inflación en los próximos años, convirtiéndose en una fuente adicional de incertidumbre.
Por estas razones es que desde Argenway, firma encargada de llevar adelante el proyecto, hablan de “ladrillos inteligentes”: la inversión se ve respaldada por la seguridad de adquirir un bien inmobiliario, destinado a la producción en la economía real, localizado en el centro de uno de los destinos turísticos más importantes de Sudamérica.
Fuente:
Diario LA NACIÓN