En pleno Barrio Chino, un nuevo espacio público está cambiando la fisonomía de la Ciudad: Vía Viva, un ambicioso proyecto que recupera los terrenos bajo el viaducto del Ferrocarril Mitre y los convierte en un corredor comercial, cultural y gastronómico de más de 4,5 kilómetros de extensión.
La propuesta, impulsada por el grupo INARCH, surge como un ejemplo de colaboración público-privada: una concesión a 30 años, adjudicada a través de licitación pública, que permitió desarrollar el espacio sin inversión directa del Estado. “El capital es totalmente privado, y el beneficio es compartido: la ciudad gana un nuevo espacio urbano y se generan cientos de fuentes de trabajo”, explicó Jeremías González Toledo, director comercial de Inarch.
El proyecto ya tiene finalizado el sector del Barrio Chino, con 100 locales comerciales distribuidos a lo largo de seis cuadras. Próximamente se avanzará sobre los tramos de Libertador —donde se ubicarán concesionarias de autos y propuestas gastronómicas de alto nivel— y el Hipódromo, completando así un corredor de usos mixtos que combina vivienda, retail y esparcimiento.
“Vía Viva es un proyecto a escala urbana, pensado para integrar ciudad, naturaleza y desarrollo económico. Hoy trabajamos con un equipo de 300 operarios y más de 15 profesionales en diseño y arquitectura, pero el paseo en su totalidad genera más de 1.000 puestos de trabajo directos e indirectos”, señaló González Toledo.
La empresa familiar Inarch, fundada en 2007, creció desde un estudio de arquitectura hasta convertirse en un pool de empresas dedicadas al desarrollo inmobiliario, la construcción, la limpieza, el marketing y el diseño. “Nuestra filosofía es generar empleo y valor local. Creamos una economía circular interna que da oportunidades a familias y profesionales de distintos rubros”, agregó el directivo.
Con demanda que supera la oferta —el primer tramo tuvo lista de espera antes de inaugurarse—, Vía Viva se consolida como un modelo de regeneración urbana con impacto social, económico y ambiental.
Un proyecto que demuestra que, con visión y gestión, el sector privado también puede dar vida a la ciudad.


