“Los edificios de alta complejidad responden a una mirada que toca temas como la equidad o la posibilidad de acceso”

El Arq. Miguel Baudizzone, Profesor de Arquitectura de la UBA y Premio Konex 2002 de Arquitectura, dictó el Curso de Posgrado “Proyectos de Alta Complejidad”, en el marco del ciclo de formación permanente de la Maestría en Arquitectura de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UNL. Integrante delEstudio Baudizzone, Lestard & Asociados, el arquitecto reconocido por proyectos como el Parque de la Memoria, el Parque Ciudad Universitaria, la restauración de las Estaciones de Retiro y Once (Buenos Aires), el Auditorio de Mendoza y la restauración del Hotel Casino Carrasco (Montevideo), se refirió a los innovadores edificios de usos múltiples, recordó el desafío que implicó la construcción del City Center de Rosario y opinó sobre la problemática del déficit de vivienda en Argentina. Edificios de usos múltiples Los llamados edificios de usos múltiples o de alta complejidad “son edificios que tienen usos simultáneos. Concentran, por ejemplo, teatros, cines, salas de primeros auxilios, oficinas municipales, de manera de generar centros que congreguen a la comunidad y que, a su vez, tengan utilidad y uso durante las 24 horas del día los 365 días del año”, precisó Baudizzone.Este tipo de construcciones comienza a ser vista por los Estados como una inversión que puede asegurar máxima rentabilidad, en el sentido de uso para la comunidad. “Existe una preocupación por cómo apoyar con equipamiento a áreas de ciudades de cualquier escala que, según el tamaño, tendrán distintos centros de servicios que funcionen intensamente”, explicó, agregando que “esto tiene que ver con una mirada que toca muchos temas de preocupación actual, como son la equidad o el acceso. Cuando digo acceso me refiero no solo a la llegada física, sino a la posibilidad de participar de temas culturales, de salud, de servicios. Y, al mismo tiempo, tener en cuenta que uno de los temas de preocupación habitual, que es la seguridad, está relacionado con el uso. Un lugar que se usa y que tiene mucha gente suele ser un lugar muy seguro, con lo cual la seguridad no tiene nada que ver con la represión, sino con la equidad, con la posibilidad de acceso y la intensidad de uso”. Megaproyecto: Hotel Casino de Rosario El Estudio Baudizzone, Lestard & Asociados estuvo a cargo del proyecto del Hotel Casino de Rosario que, desde su inauguración en 2009, ha sido considerado un polo de vital importancia para el turismo de la región. “Es un proyecto muy grande – de casi 140 mil metros cuadrados -, y es exactamente un edificio de usos múltiples: tiene un hotel, un centro de convenciones, un casino y una playa de estacionamiento subterránea”, enumeró el arquitecto.Para el concurso de proyecto y precio, trabajaron en un anteproyecto que se caracterizó por la separación de piezas con características muy diferentes. “Un casino es un lugar de amplias dimensiones, sin ventanas y con grandes luces. Por otro lado, un hotel presenta habitaciones pequeñas que se repiten. Entonces dividimos en tres partes el proyecto: el casino, el hotel y un lugar que llamamos “turismo”, con negocios, restaurantes y el centro de convenciones, para luego integrar todo con una especie de unificador que son los premoldeados de hormigón armado. El uso de este tipo de material respondió a la necesidad de hacer la obra muy rápido y reemplazó la idea del casino con lucecitas de colores por un premoldeado con perforaciones y luces a través de leds, que permitieron un aspecto lúdico más asociado con un casino, unificando también usos y tamaños de locales tan diferentes”. Déficit habitacional y vivienda social Respecto al déficit habitacional que se vive a nivel mundial, Baudizzone consideró como una posibilidad “pensar en el rol del Estado suministrando infraestructura a las familias y apoyando fenómenos de autoconstrucción o de construcción por cooperativas, de créditos y minicréditos”. Para el arquitecto, un déficit estructural de tres millones de viviendas como tiene la Argentina ya no es solucionable a partir de la visión tradicional de la vivienda que es construida y entregada completamente por el Estado. “Si uno multiplica y empieza a agregar ceros por la cantidad de pesos que harían falta por vivienda, parecería un proyecto imposible de resolver. Creo que la economía argentina se ha recompuesto respecto a lo que fue el año 2001 y hay sectores importantes de la población que están teniendo mínimas posibilidades de ahorro. Es necesario potenciar ese pequeño ahorro para que, en vez de esfumarse como consumo, genere la posibilidad de la autoconstrucción”, concluyó.