En la provincia de Córdoba, un municipio regula la construcción de casas en adobe

Villa del Dique, en el valle de Calamuchita, se convirtió en la primera localidad de Córdoba en aprobar el método de construcción en tierra cruda a través de una ordenanza.

El concejal Omar Ponce, impulsor del proyecto, dijo que había recibido inquietudes de varios vecinos con intenciones de levantar sus casas en barro, pero que no se atrevían por la inexistencia de una norma. En el pueblo, de cinco mil habitantes, hay dos viviendas con este material que fueron aprobadas como casos excepcionales.

La nueva ordenanza también admite el uso de techos verdes, una opción ya más extendida en Córdoba.

Este método en tierra cruda, alternativo a la construcción con materiales industrializados, tiene miles de años de uso en el mundo.

En los últimos tiempos se está acentuando la tendencia de volcarse a la construcción más amigable con el ambiente y a la vez confortable. Mientras, se suman profesionales vinculados a la construcción que se especializan en estas técnicas.

El arquitecto Martín Giardina, coordinador de la Secretaría de Construcción Sostenible del Colegio de Arquitectos de la Provincia Regional 3 y uno de los asesores en la elaboración de la ordenanza en Villa del Dique, confirmó que es la primera localidad que regula el tema en Córdoba. Como antecedente, citó que en Salsipuedes rige una autorización municipal, pero que aplica sólo a un emprendimiento (el llamado “Ecobarrio”).

Giardina destacó que en el país hay viviendas en barro con más de 400 años en pie; y en el mundo, hasta con cinco mil de antigüedad.

“Es un sistema constructivo más, que se puede añadir al existente, o bien iniciar una obra desde cero”, apuntó. Explicó que la denominación “tierra cruda” se eligió para referirse al material principal. “Es todo suelo que puede ser utilizado para la construcción, tras un proceso de selección y, luego, de estabilización”, añadió. La tierra debe traspasar distintos procesos que mejoran su condición antes de ser utilizada.

Hay denominaciones similares, como barro, adobe o bioconstrucción, que en mayor o menor medida refieren lo mismo.

“Hoy recobra importancia por los beneficios que empiezan a verse en cuestiones ambientales por la reducción de la huella ecológica, pero también en el confort térmico interior que genera”, subrayó Giardina. En relación con el precio, aclaró que de acuerdo con el diseño, el espesor de muros y la técnica, en algunos casos la inversión es similar a la de una casa de materiales tradicionales; y en otros, puede representar un ahorro de hasta el 30 por ciento.

No hay un relevamiento, pero en distintas localidades de Córdoba y del país se van sumando estas construcciones alternativas.

Fuente: La Voz del Interior