Viviendas FLOTANTES: Dónde y cuándo comenzó esta forma de habitar
Otras formas de habitar, de mostrarte edificios, de mostrarte viviendas, de mostrarte lo último, los módulos habitacionales de dimensiones reducidas. Hay algo que nos está faltando, que muy típico nuestro, mira, estamos rodeados de ríos, estamos rodeados de lagunas, sin embargo, hasta ahora no hemos podido aprovechar. Me estoy refiriendo a vivir en el agua.
Siempre hablamos de una ciudad de cara al río, cuando hablamos de Rosario, de Santa Fe, ciudades de cara al río. Hoy te vamos a proponer la oportunidad de vivir desde el río y también desde el río ver tu ciudad. ¿Dónde se originó esto? Se originó en Ámsterdam, luego de la Segunda Guerra Mundial, como una forma casi de sobrevivir, de habitar barcos de carga que habían quedado obsoletos.
Desde allí, después se volvió una tendencia en los años 70 y fueron los hippies para ser disruptivos, tomaron esa forma de vida. Evolucionó, se hicieron normativas, se definieron permisos de amarre y se empezaron a transformar desde lo formal y lo tecnológico, cada vez con mayor confort y con mayores exigencias. Nosotros estuvimos en Ámsterdam con Nancy, estuvimos recorriendo los canales, estuvimos viendo, estuvimos visitando esas viviendas flotantes.
Obviamente hay de todo tipo. ¿Conseguir hoy un permiso de amarre? Te digo que tenés que ser mago, pero realmente, realmente es fantástico. Han aprovechado esos canales de una forma increíble.
La cantidad creo que llega a los 2.500 permisos de amarres otorgados que hoy se revenden, pero eso fue un disparador para el resto del mundo. Hoy tenemos en Canadá, en España, por supuesto que en los países orientales, también en Argentina, en nuestras costas, se va imponiendo esa forma de vida con distintos niveles de lujo como sucede en todos nuestros hábitats. Todavía aquí no llegó, hubo algunas experiencias, obviamente, pero han quedado ahí solo en experiencia.
Bueno, creo que estamos en este momento de cambio para producir esos hechos, para realmente avanzar sobre eso, pero vamos a un ejemplo. Les vamos a mostrar un ejemplo de un barrio completo en Ámsterdam, un barrio que encima no es de muchas viviendas, pero encima es sustentable, es decir, no requieren de ningún servicio público, todo se autoabastece. Estuvo un español, la colega nuestra, recorriendo y esto nos comentaba.
En el capítulo de hoy conocemos un barrio muy singular de Ámsterdam, Schoonschip, donde más de 100 personas viven literalmente sobre el agua. Es una idea salvaje, quiero vivir con algunos otros amigos en el agua, en una comunidad sustentable. El gobierno local nos dio este lugar específico porque también tiene un canal blanco y aún no había nada, realmente no había nada.
Y entonces, si hay un diferencia entre una casa normal y esta casa, es por el agua. Y todos, cada casa tiene allí, puedo ver como estos paneles solares. También tenemos paredes verdes y eso también es para mantener la calentad, pero también para trabajar con el agua y mantenerlo verde, así que hay múltiples funciones, cada casa tiene.
Nuevas formas de habitar: la vivienda flotante como alternativa sostenible
En el escenario contemporáneo de la arquitectura y el urbanismo, surgen nuevas formas de concebir la vivienda, de diseñar espacios habitables con dimensiones reducidas, modulares y eficientes. Sin embargo, en nuestras ciudades, especialmente en aquellas atravesadas por ríos y lagunas como Rosario y Santa Fe, persiste una asignatura pendiente: la vida en el agua.
A menudo hablamos de ciudades “de cara al río”, pero raras veces consideramos la posibilidad de vivir desde el río. Hoy proponemos una mirada diferente: habitar el agua, contemplar la ciudad desde una perspectiva fluida, dinámica, integrada al paisaje fluvial.
Este concepto no es nuevo. Tiene sus orígenes en Ámsterdam, tras la Segunda Guerra Mundial, cuando muchas personas comenzaron a habitar antiguos barcos de carga en desuso como una solución habitacional de emergencia. Lo que comenzó como una estrategia de supervivencia, evolucionó en las décadas siguientes hacia una tendencia urbana alternativa. En los años 70, fueron las comunidades hippies quienes adoptaron esta forma de vida como una expresión disruptiva de libertad y sostenibilidad.
Con el tiempo, esta práctica fue formalizándose: se establecieron normativas específicas, se regularon los permisos de amarre y se incorporaron avances tecnológicos que permitieron aumentar significativamente el confort y la eficiencia de estas viviendas.
Hoy, las casas flotantes son una realidad consolidada en diversas partes del mundo: Canadá, España, y países del sudeste asiático.
Desde Medios CIFRAS tuvimos la oportunidad de recorrer los canales de Ámsterdam tiempo atrás y visitar estas viviendas. Pudimos constatar cómo esta forma de habitar no solo es viable, sino que representa una alternativa sustentable, adaptable a distintos niveles de inversión y estilos de vida.
En el capítulo de hoy conocemos un barrio muy singular de Ámsterdam, el barrio Schoonschip, donde más de 100 personas viven literalmente sobre el agua. Se trata de un desarrollo residencial que no solo innova en su ubicación, sino también en su concepción: es un barrio autosuficiente, que no depende de servicios públicos tradicionales. Cada unidad cuenta con paneles solares, muros verdes y sistemas de tratamiento de agua, demostrando que es posible vivir con alto nivel de confort sin comprometer los recursos del entorno.
En un contexto de transformación climática y urbanística, estas experiencias ofrecen una valiosa lección: es posible reimaginar nuestras ciudades desde una lógica más integrada, resiliente y armónica con el entorno. Tal vez ha llegado el momento de retomar esta conversación localmente y dar el paso hacia nuevas formas de habitar.